Extraño tu olor. Tu tacto. Tus ojos.
Se bien que no volveremos a compartir esa complicidad. Todo se ha vuelto frío.
Cuesta mirarnos a los ojos. Cuesta no tender la mano para rozarte. Cuesta no sentir lo que siento.
Solo quería que me quisieras con cuidado, lo hiciste, con un cuidado exquisito y supongo que por eso aún duele mas.
Intenté hacer lo mismo, creo que lo conseguí, pero quizás descuidé una cosa importante, te hice el centro de mi vida, dejé sin tú quererlo que todo fueras tu y el resto fueran meros espectadores de mi vida.
Ahora estoy en proceso de desintoxicación, con tu apoyo, que ayuda y no sabes de que manera.
Tengo que abrir nuevas ventanas, en algunas espero encontrar un jardín donde dejar mi huella y en otras, porque no hay manera de evitarlo, encontraré abismos pero por suerte ahora voy armada de arneses y cadenas para cogerme al mínimo desprendimiento.
Tengo miedo, miedo a no saber dejarme querer otra vez, a poner una protección demasiado gruesa que no deje que nada ni nadie traspase.
Quiero que eso no pase, quiero seguir creyendo en mis cuentos de hadas.
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